New Age para todos

El New Age –esa mezcla de misticismo oriental y capitalismo– se propagó entre los baby boomers estadounidenses que disfrutaban del ocio que sus padres les heredaron después de la Segunda Guerra Mundial y se valieron de él para repudiar la de Vietnam. En México fue un movimiento más exclusivo aún, importado por las élites que podían viajar al exterior y enterarse de las nuevas modas; las niñas bien pasaron de ser católicas a tomar té verde y meditar.

El tiempo en que estos nuevos movimientos espirituales y esotéricos estaban reservados a las clases altas ya pasó. Hace poco un taxista me ofreció leerme los chakras y darme una terapia de magnetos citando hasta al Bhagavad-gita. Su motivación parecía más económica que espiritual: su forma de ganar un ingreso adicional. Desde entonces he notado que pululan en colonias populares estas prácticas de la espiritualidad Starbucks. El yoga, la cábala, y la astrología ya no son exclusivos de las señoras de Polanco. Se democratizaron y se colaron a la economía popular. Si uno lo piensa bien, tiene sentido: no se requiere una gran inversión, su pedagogía es muy accesible en Internet, no se pagan impuestos y las certificaciones son más expeditas que avanzar en una venta multinivel.

En términos económicos, algunos dirán que es una forma más de salir de la pobreza a falta de empleo formal y destrezas calificadas. Al final son estrategias microempresariales para anteponerse a la adversidad. En términos culturales, es cierto que México ya tiene su propia tradición esotérica y pagana. Por algo el Licenciado Obrador enfrentó la pandemia con detentes.

Pero el New Age que veo extenderse en las clases bajas tiene otro potencial: en él confluyen destellos de hinduismo, budismo, taoísmo, misticismo judío y mitología griega, consuelos acaso preferibles a la educación oficial y la oferta televisiva: una dosis de cosmopolitismo que enriquece a quien no puede viajar o titularse y que, en todo caso, engendrará revoltijos extrañísimos propios del sincretismo, como el cumbia-yoga o la acupuntura de nopal. En tiempos de nacionalismo exacerbado, aislacionismo globalifóbico y limosnas clientelares, se abren estas pequeñas ventanas al mundo. ॐ

*Publicado el 23 de junio del 2023 en Etcétera: Liga