Los contrapesos

Uno de los productos más cotizados en el tianguis electoral es qué tan resistentes realmente son los partidos de oposición al régimen demagógico y destructivo de López Obrador. Todos se autoproclaman portaestandartes de la verdadera oposición, al tiempo que acusan a otros de colaboración con el régimen. En esta querella, Movimiento Ciudadano se ofrece como la tercera vía, la única opción diferente. Por ejemplo, el exdiputado Jorge Álvarez Maynez, community mánager de Movimiento Ciudadano, lleva semanas difundiendo el mensaje de que su partido es el único contrapeso real que tiene Morena en la Cámara de Diputados. Y, a la inversa, los partidos que conforman la Alianza acusan a Movimiento Ciudadano de colaboracionista, erigiéndose como paladines de la oposición.

Dado que los tiempos de vendedores son también de embaucadores, es importante revisar si los datos validan esas presunciones, en servicio a la comunidad de electores. Que los números hablen más que los prestidigitadores. Para ello, la base de datos más completa sobre cómo han votado PAN, PRI, PRD y MC en la Cámara de Diputados respecto a Morena durante la primera mitad del sexenio, la ofrece el laboratorio Buró Parlamentario, de Sergio Bárcena. Reviso los números del 20 de septiembre del 2018 al 14 de abril del 2021. En el Senado sucede otra cosa que no es momento de analizar pues no se renueva. 

Estos datos corroboran que la alianza opositora tripartita es la única viable para fraguar un contrapeso legislativo.

De la revisión de los datos resulta que no hemos rebautizado a Movimiento Ciudadano “Fingimiento Ciudadano” fortuitamente, pues, en efecto, se trata de una rémora al servicio del poder. Resulta que el partido que se dice la única oposición ha votado 91% de las ocasiones a favor de Morena. Uno se pregunta por qué no mejor va en coalición con el partido gobernante, y la respuesta es obvia: para lastimar a los otros tres opositores coaligados. Y es que por más retórica que ofrezcan unos y otros, los datos son inequívocos: el partido que más oposición ejerce –es decir, el partido que más votó en contra de Morena– es el PAN, seguido del PRI y por último el PRD. Y tampoco es que hayan sido intransigentes, el PAN concedió el 77.6% de los dictámenes; el PRI el 78.6%; y el PRD el 81.5%.

Ahora bien, esos números son altos porque los dictámenes en realidad ya vienen planchados desde comisiones, que es donde verdaderamente se libran las batallas. La votación final no indica mucho, porque la negociación ya se había dado para cuando el dictamen llega al pleno. Con justa razón, entonces, Movimiento Ciudadano pide revisar las votaciones “realmente importantes”, es decir, aquellas que se dan en las comisiones dictaminadoras. Buró Parlamentario analiza en esa categoría un total de 114 proyectos de ley. De esos, otra vez, en el mismo orden, el PAN es quien más se opone a Morena, en 96% de las ocasiones; luego el PRI y PRD, en 88% de las ocasiones; y finalmente MC, en 86% de las ocasiones.

Pero entonces MC argumenta que 114 proyectos de ley son muchos y muy diversos. Hay que revisar cómo se votó en las grandes leyes, es decir, en aquellas iniciativas donde se jugaba todo, ya sabe usted: Guardia Nacional, Suprema Corte, prisión preventiva, revocación de mandato, destrucción del seguro popular, eliminación de fideicomisos, datos biométricos, reforma judicial, reforma eléctrica, ley de hidrocarburos, etc. Es decir, aquellas donde se jugaba el futuro de la república. Ahí, dice Movimiento Ciudadano, es donde está la verdadera oposición. Bueno, pues Buró Parlamentario identifica en esa categoría a 25 grandes leyes, que el espacio no me permite reproducir aquí, pero que son algunas de las antes mencionadas y en general las que más han sonado en la conversación pública. Bien, pues el partido que más se opone es el PAN, en 76% de las ocasiones; seguido del PRD, en 68% de las ocasiones; y al final PRI y MC en 56% de las ocasiones.

Con estos datos se corrobora que la alianza opositora tripartita es la única no sólo matemáticamente viable para fraguar un contrapeso legislativo, sino la que más vota en calidad contra el régimen. A mí en lo personal me gustaría ver más y mejor oposición –qué agradable sería tener una Nancy Pelosi, ¿no?– pero esta es la que hay y así vota. Tome usted su decisión. Mejor dicho: vote por un contrapeso.

*Este artículo se publicó el 23 de abril del 2021 en Etcétera: Liga