15.04.22

Hacia el 2024

FOTO: MISAEL VALTIERRA / CUARTOSCURO.COM
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Continuidad obradorista o democracia.

Una vez concluida la farsa revocatoria –y más allá de interpretaciones subjetivas sobre si ganó o perdió el presidente–, se avizora la próxima elección presidencial. De cara al 2024 existen dos prioridades. La primera es que sobreviva la democracia electoral. Esto es, que al menos se garanticen elecciones libres con un árbitro imparcial, pues sabemos que el régimen hará todo para destruir al INE.

La segunda es que la oposición vaya unida en una coalición entre PAN, PRI, PRD, e idealmente Movimiento Ciudadano. En dado caso, habría dos opciones en la boleta: por un lado, continuidad del esperpento antidemocrático e iliberal que constituye el actual régimen; y por otro, un voto de castigo. Es importante advertir a la comunidad del ‘no podía saberse’ que abunda en la comentocracia y la academia, fincada en el purismo y a menudo el analfabetismo político, que un voto por la coalición no será idílico sino de castigo. En la boleta opositora no habrá Roosevelts por la izquierda, ni Thatchers por la derecha. Somos una sociedad de Duartes y Delfinas en la parte baja, y de Lujambios y Zedillos en la alta. No habrá diputados holandeses. Lo digo desde el principio de realidad, no la mediocridad. Podemos aspirar a más, sin duda, pero es crucial entender esto para elegir bien en este momento clave de la democracia mexicana.

Algunos dicen que esta “urgencia” por deshacerse del régimen obradorista puede bajar demasiado la vara a los opositores. Escribía Mony de Swaan que podría ser “el pretexto ideal para que la oposición siga postulando impresentables (o abiertos delincuentes) sin el más mínimo ejercicio de autocrítica, renovación, nada. Y sin ninguna exigencia nuestra porque ‘no vaya a ser’. Conocen el dilema y lo aprovechan”.

La encomienda de una coalición opositora es reconstruir lo que destruyó el obradorismo.

Primero, es difícil imaginar delincuentes más abiertos que los actuales, pero, en estricto sentido, es posible. En política siempre es posible estar peor (de hecho, esta es una de las principales lecciones democráticas que deja el obradorismo). Bien. Para evitar este escenario, lo ideal sería realizar primarias democráticas abiertas –es decir, que al candidato opositor lo elija la ciudadanía–, como plantea el Frente Cívico Nacional, bajo el acuerdo de los partidos de oposición de ir todos unidos con el ganador. Esas primarias las puede organizar el INE con la venia de los partidos. Tampoco garantiza demasiada calidad porque, le digo, nuestro rango está entre Duarte y Lujambio, pero al menos dota de legitimidad a la coalición opositora y elimina esa complacencia que acusa De Swaan.

En todo caso, la encomienda de esa opción será reconstruir lo que destruyó el obradorismo, particularmente las instituciones. Es un desafío mayor, porque los políticos que lleguen van a aprovechar las ruinas: recordemos que en política no hay ángeles, como escribió Madison, y que el poder no se autocontrola y es expansivo por naturaleza. De modo que ese voto también debe estar suficientemente blindado. En México eso se logra no dándole mayoría legislativa al presidente. Si bien eso encarna ingobernabilidad, el cheque en blanco es demasiado riesgoso en el sistema actual.

Cualquiera que sean los resultados de esa reconstrucción, México no será Finlandia; además de que con toda seguridad habrá crisis económica. Con suerte podremos recuperar la Suprema Corte, el sector energético, el aeropuerto de Texcoco y algunos órganos reguladores. La violencia y corrupción son de largo plazo, pues atañen a la construcción del Estado de Derecho. Como dijo Gordon Brown, lo difícil para ese propósito nacional son los primeros 500 años. Así que paciencia. Se empieza de cero. No hay salvadores. Un pueblo puede equivocarse, pero equivocarse salvaguardando la democracia da la oportunidad de rectificar. Entonces, como regla, siempre se debe votar al proyecto más democrático posible. En 2024 ese será contra el régimen obradorista.

Este artículo se publicó el 15 de abril del 2022 en Etcétera: Liga